
Columna del Sr. Intendente en diario El Divisadero: «El país que nos interesa»
Sin duda que es habitual que la atención mediática procure interesarse en difundir con amplia cobertura y profundidad los hechos de mayor dramatismo o polémica, y que obviamente son de alta relevancia para las audiencias. Materias del ámbito policial o político cobran automática difusión de prensa y, en el último tiempo, se ha sumado un marcado interés ciudadano por lograr un mejor estándar de pensiones para todos los chilenos.
Y es que las marchas masivas en todo el país han sido más que una señal social que la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, ha recogido para iniciar la tarea de convocar a un gran diálogo nacional que demarque la ruta a mejorar las pensiones al momento de concluir la vida laboral, porque aunque hayan miradas distintas en cómo recorrer ese camino, el consenso inmediato es que si no hacemos algo ahora, nada cambiará después.
Sin embargo, habiendo puesto esta materia como una prioridad de Gobierno, también se entiende que la unidad para avanzar en ese objetivo es clave. No sólo basta marchar y ponerse de acuerdo en lo que queremos, que ciertamente es un esfuerzo básico para darle “arranque al motor” de las transformaciones, además se requiere pasar al segundo paso que involucra que esa convicción tome acciones para concretar y allí el elemento fundamental es que la solidaridad puede hacer una gran diferencia, incluso, sumándolo al esfuerzo personal pues así nuestro futuro laboral será más digno.
En definitiva, estamos convencidos que todos debemos hacer nuestra parte para llegar a ese Chile, y en ello el sentido de unidad y de trabajar temas tan complejos, exige esfuerzos transversales. Ejemplo de ello, ha sido la propia agenda que en estos 2 años nos ha permitido hacernos cargo de demandas muy sentidas por décadas, en temas de educación, laboral y tributario. Queremos crecer, pero debemos hacerlo para perdurar como región y país, con dignidad para la gente, y con un correcto sentido de convivencia. Ése es el país que queremos, donde junto con cumplir con un programa de Gobierno, busquemos el bien común, y esa tarea es de todos los sectores; desde el mundo político, al académico, empresarial, social, laboral, y donde mujeres, jóvenes y adultos mayores, contribuyan al acuerdo de grandes desafíos.
En definitiva, sin querer dejar de lado la crítica necesaria que a diario debe existir, e incluso el énfasis de lo que satisface de inmediato a las masas, debemos entender que si intentamos prejuzgar el presente en el corto plazo, perderemos la perspectiva de lo que estamos proponiendo y asentando para un futuro de mayor aliento. En esto, la participación activa es un hilo conductor orgánico imposible de no incluir. Por eso nos interesa el país que avanza con los Cabildos y el Proceso Constituyente, o cimentar con diálogos participativos cada una de las políticas que desarrollamos, porque se trata del país que busca consolidar una mirada del valor social por sobre el valor de consumo, y donde abrirse al debate de construir, demanda sacarse el ropaje del fanático, es decir, de alguien que por no poder cambiar de opinión tampoco quiere cambiar de tema.