Columna de opinión del Intendente Jorge Calderón en el Diario El Divisadero, publicada el día viernes 08 de abril de 2016.

Tiene un sentido especial el que esta columna la escriba estando en la Región de Magallanes. Y es que no es casualidad que una importante delegación de Aysén esté presente en la vecina región por estos días, sino que se trata más bien de una causalidad que ya suma más de 3 décadas y 25 encuentros binacionales, una señal de nuestra relación de trabajo conjunto con Argentina, a través del Comité de Integración Austral, que desde este jueves estamos desarrollando en Punta Arenas.

La instancia nace a partir del Tratado de Paz y Amistad entre ambas naciones en 1984. Y en esta vigésimo quinta versión tenemos una realidad que en el tiempo ha dejado una huella trascendente y por cierto también nuevos desafíos que seguir alcanzando. Pero no es casualidad tampoco que hayamos arribado al territorio más austral del país en un vuelo directo desde Balmaceda a Punta Arenas, que hace solo unos meses la empresa DAP restableció como puente aéreo entre ambas regiones patagónicas. Hubo ahí una voluntad política y una gestión público-privada para concretar la conectividad que, además, esperamos pronto reforzar con una ruta marítima que extenderá la carretera austral por los canales del litoral que compartimos con los magallánicos, entre Tortel y Puerto Natales.

Este XXV Comité de Integración Austral es uno de los 8 que existen de Arica a Punta Arenas y que con sus similares transandinos se relaciona, anualmente, para mantener una estrecha colaboración en distintas áreas de interés, y que al menos una vez al año cobra absoluta ocupación para los representantes en el trabajo de comisiones de cada delegación. No obstante ello, debemos reconocer que tenemos temas pendientes y otros que no han avanzado al ritmo que quisiéramos, lo cual más que desanimarnos, nos impulsa y motiva a renovar nuestro compromiso de concretar en acción las actas finales de cada una de estas instancias chileno-argentinas.

A Aysén, Magallanes, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego nos une la Patagonia, y ello no es casualidad, porque pese a las distancias físicas y a las diferencias propias de nuestro desarrollo endógeno, tenemos una historia común, tenemos intereses similares y visiones que se complementan para beneficio mutuo. Esa es la premisa básica para cada encuentro.

Esta vez nuestra delegación regional se enfocó en mantener los énfasis en temas como Conectividad, Salud, Pasos Fronterizos, Derechos Humanos, además de Ciencia y Tecnología, entre otras materias, pero en realidad ni las comisiones o subcomisiones que se trabajan en estas 24 horas, son un fin en sí mismo, sino que nuestra aspiración real es que trabajemos pensando siempre en el bien superior de nuestros habitantes, en su esfuerzo y quehacer cotidiano, definiendo plazos acotados y objetivos realizables.

En otras palabras, somos 2 países, con 5 territorios de uno y otro lado de la cordillera y un temario con diversidad de planteamientos, pero que no olvidamos que somos una sola Patagonia,  y que la causalidad del trabajo de muchos gobiernos y autoridades en el tiempo, han permitido que las relaciones sigan integrándose cada vez más entre la Patagonia chilena y con nuestros vecinos transandinos.